Transporte de carga

Los vehículos utilitarios eléctricos Alke’ con remolque son adecuados para el uso en carretera (homologación europea), pero también para el uso industrial o en sitios turísticos. Gracias a las tecnologías innovadoras, estos vehículos ATX tienen una capacidad de arrastre de 2.000 kg en carretera y de hasta 4.500 kg en áreas privadas. Se pueden instalar con área de carga abierta o cerrada.

Carros y remolques Alke

Alke’ ha puesto a punto una gama de instalaciones específica para el transporte de grandes cantidades de materiales. Los carros y remolques creados tienen la función de hacer que las operaciones de los clientes sean más sencillas y eficaces en cualquier ambiente y en cualquier situación climática. A menudo no son los pesos el factor crítico en las actividades logísticas, sino el volumen de los materiales que deben desplazarse, véase, por ejemplo, las entregas a domicilio en ámbito urbano con la llegada del e-commerce, en las que los embalajes requieren unos volúmenes elevados de carga a pesar del bajo peso específico de la carga que debe gestionarse. Los carros y los remolques elegidos o proyectados por Alke’ pretenden optimizar las dimensiones manteniendo una elevada capacidad de maniobra.
En el caso de soluciones cerradas es importante también el acceso al área de carga, que se puede realizar también con puertas correderas o con cierre de persiana, que repiten las soluciones ya presentes en los vehículos Alke’, o aplicando curvaturas con lonas de PVC, que se pueden abrir en varios lados para una máxima flexibilidad.

La adopción de la elevación eléctro-hidráulica permite descargar fácilmente los materiales transportados. Los realces, en cambio, son útiles para las cargas libres o los materiales de recuperación que, de otra forma, se perderían durante los viajes del vehículo.
Los remolques Alke’ se pueden estudiar para permitir la carga de carros más pequeños con la adopción de rampas integradas con acceso posterior, útiles especialmente en centros comerciales para la recuperación de los carritos de la compra de las áreas de aparcamiento. 
Los vehículos eléctricos ATX con remolque se utilizan para operaciones como el transporte de mercancías, la recogida de residuos, el transporte comercial (envíos y entregas de mercancías) y refrigerado. Además de esto, los vehículos de arrastre Alke’ son ideales para las realidades aeroportuarias (carga/descarga de equipajes) y navales, grandes centrales eléctricas, centros comerciales y establecimientos industriales de grandes dimensiones.

La gama de vehiculos utilitarios Alke.  

Los ATX de Alke’ se encuentran entre los vehículos más eficientes del mercado eléctrico. Este resultado se ha obtenido gracias al continuo trabajo de investigación e implementación de materiales de alta calidad y de tecnologías innovadoras. Los materiales utilizados para la fabricación de los ATX son muy robustos y resistentes y hacen que la estructura del vehículo resista sin problemas a las condiciones más variadas. Además de la robustez, otra característica de estos vehículos es su fuerza. Los vehículos que forman parte de la gama ATX son capaces de transportar materiales de hasta 1.630 kg en la plataforma de carga, mientras que para el arrastre pueden llegar hasta los 4.500 kg en ambientes privados.
La homologación europea para el transporte público hace que los ATX sean idóneos para la circulación por carretera y para el arrastre de un máximo de 2.000 kg, algo que aprecian mucho tanto las empresas como las administraciones municipales. De hecho, estos vehículos no solo son fuertes y robustos, además son ágiles y fáciles de maniobrar. Sus dimensiones reducidas les permiten alcanzar también zonas aisladas y recorrer estrechamientos sin el menor esfuerzo.

Gracias a la estructura robusta y al motor eléctrico AC de última generación, las prestaciones de los vehículos Alke’ con remolque son muy elevadas. La recarga de la batería – que se puede elegir entre ácido, gel y litio – se produce en un periodo que cambia de modelo a modelo, pero sobre todo con una carga nocturna se tiene la posibilidad de trabajar sin molestias durante toda la jornada sucesiva. El coste de recarga es de unos 2 euros, motivo por el cual muchas empresas invierten en el transporte eléctrico. Además, no hay que olvidar el factor ecológico implícito en la estructura del vehículo.